
Vivir de la música en la era de YouTube y Spotify
FormaciónLa mutación que ha vivido la industria de la música en los últimos años ha sido inimaginable. Parece haber pasado mucho tiempo desde la última vez que alguien pagó por un vinilo de su artista favorito para escuchar ese “sencillo” una y otra vez en su casa sin la interrupción del locutor de radio. En menos de una década la posibilidad de conseguir productos musicales de forma gratuita y en línea transformó las dinámicas de distribución, producción y consumo de este arte.
Con una oferta mucho más amplia, el posicionamiento de los artistas es un trabajo cada vez más retador. La industria de la música se enfrenta a escenarios cada vez más complejos que le exigen abordar escenarios marcados por la digitalización, los nuevos modelos de negocio, e incluso por actualizaciones en materia legislativa.

Foto: Luis Cantillo
Los costos de producción se han reducido y las descargas de música están siendo reemplazadas por servicios de transmisión o streaming. Por su parte, “el consumidor está cada vez menos interesado en ser dueño de música permanentemente, pero más dispuesto a pagar por tener acceso temporal a ella desde sus teléfonos inteligentes, computadoras y carros”. (La industria de la música de Panamá, estudio realizado para Ciudad del Saber en 2017 por Javier Stanziola y Maritza Vernaza).
Ante esta nueva dinámica, una banda emergente deberá pensarse estratégicamente a fin de garantizar su viabilidad financiera y, por ende, su permanencia en el tiempo. El mercado ha mutado hacia una tendencia más experiencial, en la que festivales, conciertos y presentaciones en vivo son la oportunidad para monetizar la labor de los artistas. El que quiera vivir de la música en tiempos de Spotify y Youtube, tendrá que reinventarse, adquiriendo aprendizajes de otras disciplinas que le permitan impulsar su arte. Todos los profesionales de la música deberán aprender a generar nuevos puntos de contacto con las audiencias, haciendo de la participación en eventos colectivos, un valor agregado que les sea rentable.
Quienes hacen música y viven de ella, deberán replantear su modelo cada vez que sea necesario, ya que esta es una industria que no deja de evolucionar, es decir: lo que hoy es una certeza mañana será incertidumbre y a esto deberán adaptarse los artistas y proyectos que quieran sobrevivir en el mercado.

Foto: Luis Cantillo
La profesionalización del talento musical

Cada año se celebran en el istmo decenas de festivales y festejos populares, escenarios que se traducen en oportunidades de posicionamiento para quienes buscan dar a conocer su arte. Esto y otros factores evidencian la existencia de un ecosistema con alto potencial. Sin embargo, según señala el experto Gerardo Neugovsen, “al no encontrar [los profesionales panameños] espacios adecuados de formación para su profesionalización y de apoyo en materia de legislación, financiamiento, estímulos e infraestructura, este potencial se ve diluido, restringiendo el desarrollo de las posibilidades existentes”. Esto representa un reto para el país, por lo que es necesario que las entidades públicas, privadas y del tercer sector, aúnen esfuerzos en red para contribuir en la profesionalización del sector musical y así convertirlo, junto a las otras industrias creativas, en un eje clave de la agenda de desarrollo.
Ciudad del Saber, dando respuesta a esta necesidad y en su compromiso de impulsar las industrias culturales y creativas, le ha apostado en los últimos años a trabajar para que la música se convierta cada vez más en una actividad económica, profesional y creativa relevante para el país y la región. Dentro de esta lógica, en 2019 Ciudad del Saber, junto al Instituto de Estudios Superiores de Administración – IESA, lanzó por primera vez su Diplomado en Music Business, un programa que acompaña a músicos y actores claves del sector en el camino hacia su profesionalización. De esta manera, el diplomado les ha abierto una ventana hacia conocimientos de otras áreas como el emprendimiento, el management, el mercadeo y las cuestiones legales, con el fin de generar nuevas capacidades que les permitan plantear proyectos y modelos de negocio viables.
Hoy un número creciente de gobiernos y sociedades tanto en Latinoamérica como en otras latitudes reconoce la importancia de la economía creativa como generadora de empleo y oportunidades, prosperidad, identidad y cohesión social. Gracias a este diplomado y a otros esfuerzos que se llevan a cabo, Panamá se suma ahora al grupo de países que están generando estrategias para que los actores del sector musical puedan desarrollar carreras profesionales y logren ser cada vez más agentes de desarrollo social y económico del país.
Durante las 80 horas de clase que desarrolló este programa de estudios, los estudiantes pudieron acercarse al mundo musical desde una óptica de negocios, sin olvidar la centralidad de los procesos de creación musical, aprendiendo sobre las dinámicas actuales de la industria e identificando enfoques estratégicos que les permitan generar mayor valor cultural, social y económico. También ha sido la plataforma para una red de conexiones creativas y profesionales y para el intercambio de experiencias entre los participantes (músicos, productores, gestores, empresarios y otros) y con actores clave de la escena local e internacional. En 2020, el diplomado tendrá su segunda edición. ¡Estén atentos!

Foto: Luis Cantillo
“El curso marca un antes y un después en nuestras vidas y lo más bonito es que nos dio el potencial de cambiar las cosas en nuestro Panamá con herramientas, conceptos y lo más poderoso que hay en la tierra: ¡una visión!” – Jonathan Alexander Evila
“Haber tomado este diplomado definitivamente ha sido la mejor decisión de este año, ya que era lo que necesitaba para poder ubicar mucho mejor las cosas dentro de mi carrera y crecer en conocimiento. Esto sin duda me ayudará a lo largo de mi vida profesional”. – Karina Castillo

Foto: Raphael Salazar.
“La formación debe ser hoy un estilo de vida”. – Adriana Palma
Actualmente es Directora Asociada de Negocios Digitales de SONY Music para Centroamérica y Caribe, trazando la estrategia digital para la región, junto con el equipo directivo, y trabajando en el análisis y el monitoreo de los tres pilares fundamentales de negocio digital: plataformas digitales de streaming (audio y video), catálogo y business intelligence.
Adriana, egresada de Berklee College of Music, es baterista de Los Espejos, una banda costarricense de rock alternativo. Participa como profesora en el Diplomado de Music Business de Ciudad del Saber y la escuela de gerencia IESA. Sapiens la entrevistó para sus lectores.

Foto: Raphael Salazar.
¿Qué importancia tiene la formación para la gente que desarrolla o quiere desarrollar una carrera en la industria musical?
Hoy en día es muy importante, sobre todo en un negocio que gira alrededor del mundo digital y cambia 24/7. Tener la curiosidad, el entusiasmo de seguir aprendiendo y estar actualizándonos con nuevas herramientas, son habilidades que nos posicionan como profesionales altamente competitivos en la industria musical.
El perfil del profesional cambia a partir del ingreso de las plataformas de streaming como Spotify, Apple Music y las redes sociales ya que la industria se transforma de lo tradicional a lo digital, del producto físico (CD/LP) al producto digital (descargas y streams). Especialistas en marketing digital, expertos en YouTube, estrategas digitales, analistas de datos, analistas financieros, entre otros; que estén formados en estas áreas son muy cotizados y son fundamentales para el negocio. La formación debe ser una constante y más que una carrera, es un estilo de vida.
¿Cómo ves el movimiento de festivales y proyectos musicales independientes en Latinoamérica?
Hay mucho potencial de crecimiento
en el área de los festivales y necesitamos incentivar las alianzas público /
privadas para maximizar el talento que existe en Latinoamérica con el objetivo
de fortalecer esas vitrinas para que los artistas independientes tengan más
oportunidades para exponer sus proyectos con las mejores condiciones técnicas:
luces, pantallas, mesas de sonido, monitores, etc. y los mejores profesionales:
ingenieros de sonido, productores, etc.
En cuanto al artista independiente, me sorprende la cantidad de producciones artísticas
y la calidad de estas. Centroamérica y Caribe no es la excepción, países como Panamá́
y República Dominicana han sido semilleros de talento local y eso se refleja en
otros mercados.
¿Cómo piensas que nos beneficiaría a los países de Centroamérica y Caribe acercarnos y favorecer la circulación en la región de nuestra producción cultural y creativa?
Para favorecer la circulación de producción
cultural y creativa, Centroamérica
y Caribe debe analizarse como una sola región teniendo en cuenta las
particularidades y diferencias culturales de cada país. Sin embargo, debemos
identificar que todos los países tenemos una oportunidad latente: el
crecimiento del talento local.
Por esta razón, debemos establecer
sinergias para crear iniciativas y sumar esfuerzos entre comunidades: la
comunidad rockera, la comunidad reguetonera, la comunidad jazzera, la comunidad
clásica, la comunidad de cantautores, etc. Un claro ejemplo es
el Festival de Jazz de Panamá́, un punto de encuentro para los músicos de jazz
de la región. Son estas las iniciativas que fortalecen las comunidades y que se
deben replicar con otros géneros musicales.
Cuéntanos del trabajo que están haciendo tú y otras mujeres bateristas en San José́.
OnDrums es una plataforma que visibiliza a las mujeres bateristas en la escena musical costarricense (con miras a expandirse en Centroamérica y Caribe). El feedback que hemos tenido tanto de colegas músicos y medios de comunicación ha sido muy bueno, de gran aceptación. El día del último evento en San José́ se nos acercaron más chicas bateristas interesadas en ser parte del proyecto. Estamos hablando que existen acá́ entre diez y 15 bateristas activas actualmente y muchas más que son estudiantes.
Es de gran importancia tener estos
espacios de creación e intercambio entre nosotras, un
espacio seguro y cómodo donde podamos compartir conocimiento y experiencias
porque a
lo largo de la historia, no ha sido un camino fácil de recorrer sobre todo al
tratarse de un instrumento que ha sido catalogado como “de hombres”.
Tradicionalmente se ha visto así́ y nuestro objetivo es empezar a romper estos
estereotipos y apoyar, sobre todo, a las chicas más jóvenes que apenas
comienzan su carrera para que se sientan guiadas, motivadas. Hemos escuchado
cientos de anécdotas de todas ellas, desde chicas que tuvieron que esconderse
para comprar su primera batería porque sus padres no las dejaban tocar un
“instrumento masculino”, hasta chicas que no pudieron entrar a la banda musical
de la secundaria a tocar redoblante por ser mujeres. Estos son algunos ejemplos
y por estas razones, la gran necesidad de que exista una plataforma como
OnDrums.
¿Quieres contarnos de la banda a la que perteneces?
¡Claro…! Se llama Los Espejos y es de rock alternativo. Somos tres integrantes: Dennis La Touche (voz y guitarra), Primo Murillo (bajo) y yo estoy en la batería. Iniciamos nuestra carrera en el 2009 y desde entonces, hemos grabado dos producciones musicales (un álbum y un EP). Contamos también con varios videos que se encuentran en nuestro canal de YouTube (Los Espejos TV). Nuestras influencias musicales son variadas, desde Caifanes, The Cure, The Police, Zoé, Keane, Soda Stereo, Cerati hasta Nine Inch Nails, Metallica, entre otros. Navegamos entre melodías y letras melancólicas con bases rítmicas fuertes y sólidas, cada integrante plasma su musicalidad y estilo en cada canción. Pronto iniciaremos la fase de preproducción de lo que será́ nuestra tercera producción musical, tendremos música nueva para mostrar y volver a los escenarios.
Fotos: Conciertos – Luis Cantillo. Diplomado – Raphael Salazar.
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