
Tutorez: innovación en el nicho de las tutorías
EmprendimientoSapiens, la revista de Ciudad del Saber, entrevistó a Alejandro Carbonell y Alejandra Lizarazu, ambos ingenieros industriales, impulsores de Tutorez, un emprendimiento panameño lanzado en 2015 que ayuda a familias y estudiantes a conectarse con el tutor que necesitan para enseñanza personalizada. Desde su creación, Tutorez ha facilitado que unos 400 tutores realicen más de 20,000 horas de tutoría en Panamá, llegando a más de 1,500 estudiantes de todas las edades y niveles.
Tras cinco años como CEO de Tutorez, Alejandro Carbonell ha pasado recientemente el timón a su compañera de emprendimiento Alejandra Lizarazu, quien se propone seguir consolidando el posicionamiento de Tutorez en Panamá y crecer hacia nuevos mercados y modelos de negocio. Carbonell centra su atención ahora en su posición como Director del Centro de Innovación de Ciudad del Saber.
¿El los últimos años cómo creen que ha avanzado el sistema educativo panameño? ¿Hacia dónde piensan que debería evolucionar la educación?
Carbonell: En Panamá no ha habido muchos cambios en el sistema educativo en las últimas décadas. Seguimos teniendo una educación diseñada para enseñar a personas a trabajar en fábricas, donde un profesor habla y los 30 estudiantes que están en el salón de clase escuchan. Sí se han dado cambios tecnológicos, en las aulas de clases se utiliza internet, y eso ha causado que haya pequeñas transformaciones. Pero necesitamos hacer modificaciones más radicales, porque el mundo cambia muy rápido, no solamente en temas de tecnología, sino en las profesiones, por ejemplo, y no vamos a preparar a los jóvenes a las profesiones del futuro si mantenemos el actual sistema.
Lizarazu: La educación deberá entender que todo el mundo es diferente, con tipos de inteligencias y aprendizajes distintos. La información que se da en un salón de clases se ha transformado en un producto accesible para el estudiante; el profesor ya no es la principal fuente de información, esa está en internet, accesible en el celular y en menos de cinco segundos. Por ende, el educador se tiene que convertir en un facilitador para que los estudiantes encuentren y entiendan esa información de la mejor manera. Allí es donde creo que vendrá el cambio radical del sistema educativo.
Carbonell: La mayor tendencia para mí es la personalización del aprendizaje. Estar conscientes de que todos somos diferentes y aprendemos de maneras distintas; eso es lo que va a hacer que mejoremos como profesionales y también nuestro sistema educativo. Por ejemplo, cuando un estudiante recibe una tutoría, aprende en una hora y entiende algo que en cinco clases en la escuela no logró. No tiene nada que ver con que el profesor no haya enseñado bien, sino que el tutor tiene la facilidad de enseñarle de manera personalizada, individualizada. En el futuro, los profesores se van a convertir en facilitadores, inclusive la inteligencia artificial y otras tecnologías nuevas van a ayudar a que sepamos cuál es el mejor método de enseñarle a cada persona.
¿Cómo arrancó el emprendimiento que hoy es Tutorez?
Carbonell: Empezó hace cinco años resolviendo un problema que nosotros considerábamos era el básico: que los estudiantes necesitan una ayuda extra, un aprendizaje personalizado y por eso existe un tutor. En la empresa lo que hacemos es encontrarles ese tutor ideal.
Lizarazu: Recientemente creamos una prueba, junto a una psicóloga, que mide y saca un perfil del tipo de aprendizaje de la persona y cuáles son sus funciones ejecutivas. Ese test indica si el individuo tiene un aprendizaje más kinestésico o más oral, o es más visual y en sus funciones ejecutivas posee una más alta inhibición de conducta, o sea que no se distrae, pero tiene una función ejecutiva baja en administración del tiempo.
Una vez se la prueba extrae esta información y se sabe cómo aprende la persona, se le facilita al tutor para que cree una enseñanza personalizada para el cliente. La empresa también estableció ese test para los tutores, de tal manera que enseñen de acuerdo a los requerimientos de los alumnos. Lo que viene en el futuro es el match, esa unión de conseguir realmente al tutor ideal, que esté disponible para la materia, el horario, la ubicación y que sea el ideal del modo como el estudiante aprende.
Carbonell: Hacia allá vamos y estamos desarrollando eso a manera de negocio, pues Tutorez empezó en Panamá en la capital y ahora se ha expandido. Tenemos filiales en ocho países de Latinoamérica y vamos a seguir creciendo. Al final, es una necesidad que siempre va a existir y más cuando tenemos este sistema educativo que no ha evolucionado mucho en casi toda América Latina.
¿Cómo ha sacado provecho Tutorez de ser parte de Ciudad del Saber?
Carbonell: Ciudad del Saber siempre ha sido la casa principal de Tutorez. Antes de lanzarla, de que los socios entraran a la compañía, cuando solamente era una idea, yo entré a CdS en un ambiente de coworking, que es un espacio compartido. Recuerdo que en noviembre de 2014 fue nuestra primera venta. Estaba sentado en mi escritorio, solo, y allí fue cuando dije “esto puede ser algo grande” y al siguiente año, en marzo del 2015, fue que lanzamos.
He visto crecer esta comunidad, he sido parte de ella. Los espacios de coworking se han multiplicado. Iniciamos en el edificio 234, luego pasamos al Innova 109, después al Innova 104. Siento que eso le ha dado fortaleza al ecosistema emprendedor, poder conversar con otros innovadores en Panamá, compartir ideas, los problemas que tenemos; me siento muy cercano a todo eso. Semanalmente me escriben personas de la comunidad de innovación preguntándome, pidiendo mentoría. Creo que uno como emprendedor debe tener mentores, es súper importante.
Lizarazu: En 2016 el Programa de Aceleración de Ciudad del Saber se convirtió en inversionista de Tutorez y eso nos dio un mayor reconocimiento porque significaba que una entidad como esta confiaba en nosotros, poniendo dinero, recursos y mentores. Eso nos ha ayudado muchísimo. Del 2015 al 2016 casi cuadruplicamos las tutorías, en buena medida gracias a ese apoyo.
¿Satisfechos con lo que han logrado hasta ahora?
Carbonell: A nivel personal de lo logrado con Tutorez, sí. Casi 400 tutores han realizado tutorías, que han producido más de un cuarto de millón de dólares de entradas para los tutores. Estoy feliz porque hemos llegado a otros países. Me siento realizado desde este punto de vista, además he visto cómo se ha creado una comunidad. Desde la perspectiva de negocios, no estamos ni al 1% de lo que Tutorez puede y va a llegar a ser. Es un proceso larguísimo, que requiere de mucha resiliencia, pero, personalmente, estoy contento y es cuestión de disfrutar el camino, no sabemos cuándo ni a dónde vamos a llegar, sin embargo, es sentir la satisfacción de hacer algo bueno por el mundo, por el país, por las personas.
Estoy muy contento por la nueva oportunidad en el equipo de Ciudad del Saber y poder desde ahí seguir aportando al ecosistema de emprendimiento de Panamá. Tutorez queda en muy buenas manos. Confío en el liderazgo de Alejandra para llevar a Tutorez a nuevas fronteras, y hacer realidad la misión que siempre hemos tenido de conectar a las personas para expandir el conocimiento.
Lizarazu: Estoy muy feliz de estar contribuyendo con un emprendimiento que impacta positivamente en la educación y en las personas. A los padres de familia en llevarles la tranquilidad de que sus hijos están aprendiendo de manera personalizada y a los tutores que están generando ingresos adicionales de la mejor manera que es ayudando a un estudiante.
Desde un inicio vi el potencial en Tutorez y aproveché la oportunidad de iniciar como cofundadora. Este rol ha sido significativo en mi vida, porque me ha permitido aplicar todos mis conocimientos que he aprendido en mi carrera, maestría y trabajos anteriores, potenciando al máximo estas habilidades de liderazgo y negocios. Y, como dice Alejandro, a nivel de negocio todavía no estamos ni al 1% de lo que podemos llegar a ser; sin embargo hemos logrado alcanzar nuestro objetivo que es conectar personas, cada vez que un padre de familia encuentra su tutor ideal en la plataforma en cuestión de minutos. Tengo visualizados muchos planes para que Tutorez siga creciendo y seguir dando lo máximo para mis usuarios, ya que su satisfacción es mí motivación.
Daniel Urbano Bellera, tutor.
“En mis primeros años de carrera universitaria estaba en búsqueda de un trabajo que pudiera ayudarme en mis gastos educativos y personales. Mi madre, siendo profesora de francés, me recomendó dar clases particulares en inglés o en el área que más dominaba, en este caso las matemáticas y la física. Lo vi como una buena opción, porque dar clases particulares me daba la libertad de distribuir mi tiempo entre la universidad y el trabajo.
Con Tutorez ha sido una muy buena experiencia, porque trabajamos en conjunto de una forma dinámica. La plataforma ofrece muchos beneficios para aquellos tutores que quieran empezar a dar tutorías y devengar un ingreso con la ayuda de su talento.
Tutorez me ha ayudado a conseguir esa independencia financiera que muchos jóvenes necesitamos, pero, lo más importante aún, es que me ha ayudado a afianzar mis conocimientos y habilidades en matemáticas y física con el hecho de enseñar. Mis clientes siempre quedan sorprendidos por el servicio de esta plataforma, ya que ofrece tranquilidad a los padres o representantes de que siempre tendrán a disposición alguien calificado para que su hijo o hija mejore en sus estudios. Incluso, si se tratase del típico domingo en la noche, a última hora”.
Priscilla Quadri, madre de familia.
“Descubrí Tutorez por medio del colegio de mi hijo y, simultáneamente, por una amiga. Decidí usarlo porque estaba desesperada, ya que los tutores que conseguía eran incumplidos y no veía progreso en mi hijo. Tengo tres años de estar utilizando los servicios de Tutorez y no lo cambio por nada. Mi hijo ha mejorado muchísimo en el colegio. Veo que al final de las tutorías, él comprende la lección y va preparado al colegio. Por otro lado, no tengo que estar estresándome pensando en que si el tutor vendrá o no vendrá, que si cuento con el efectivo o cheque para pagarles, para mí es una bendición. Y, además, cuando requiero alguna consulta, les chateo y enseguida me la resuelven”.
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