Trabajador humanitario: La unión del compromiso y la resiliencia

Cooperación y solidaridad

Día Mundial de la Asistencia Humanitaria

La emergencia del COVID19 ha detenido muchas de las actividades diarias de cientos de trabajadores de diferentes sectores y a la vez ha puesto en evidencia las necesidades de miles de personas en todo el mundo. La ayuda humanitaria no escapa a esta realidad y los trabajadores en este campo se han visto en la obligación de frenar el ritmo de sus esfuerzos habituales para hacer frente a las restricciones de movilidad y distanciamiento social.

Actualmente la acción humanitaria enfrenta un dilema: en cada minuto que transcurre, se incrementa la cantidad de ayuda requerida en la región. Al mismo tiempo, es uno de los momentos más complejos para trabajar, debido a las medidas de bioseguridad necesarias para evitar el contagio del coronavirus.

En diciembre de 2008, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 19 de agosto, Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, en memoria del atentado terrorista del 19 de agosto de 2003 contra la sede de las Naciones Unidas en Bagdad, que cobró la vida de 22 personas.

En este día, se rinde tributo a la heroica labor de hombres y mujeres en todo el mundo, quienes en muchas ocasiones, arriesgan su seguridad para llevar alivio y ayuda a personas con diversas necesidades.  Este año esta celebración toma más relevancia que nunca, como un momento para fortalecer la respuesta humanitaria mundial y velar por la protección de los trabajadores que se encuentran adaptándose día a día a nuevos entornos, con resiliencia y compromiso. 

Ciudad del Saber es una comunidad que brinda las condiciones necesarias para congregar diversas instituciones, agencias regionales, así como organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucro de ayuda humanitaria, que tienen como objetivo común mejorar la calidad de vida de miles de personas en Panamá y la región.

Este año, en marco de esta celebración, tuvimos la oportunidad de hablar con miembros de tres de estas organizaciones, quienes expusieron cómo ven el escenario actual de la ayuda humanitaria, cómo se han adaptado a la nueva realidad y qué están haciendo para continuar respondiendo a las necesidades de la población, a pesar de la pandemia.

 Para ello conversamos con: 

  • Mauro Frau, Director de Trabajo en Comunidad de la Fundación TECHO
  • Oliver Bush Espinosa, Asesor Regional de Migración del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)
  • Andrea Riera León, Oficial de Cooperación del Movimiento del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)
  • Carlos Cruz, Oficial de Programas en el Equipo de Preparación y Respuesta a Emergencias del Programa Mundial de Alimentos

Nuevos desafíos, nuevas formas de ayudar

La llegada de la pandemia ha agudizado los desafíos de los trabajadores humanitarios y ha generado algunos nuevos, creando la necesidad de reinventar el trabajo que realizan y buscar nuevas formas de colaborar. Esta es la situación de la Fundación TECHO.

El distanciamiento físico y las restricciones de movilidad han dado un giro en el eje de su actividad central para responder y adaptarse a las necesidades y prioridades de las comunidades en donde trabajan. En este sentido, Mauro Frau, Director de Trabajo en Comunidad de la Fundación TECHO, explica que, como primer paso de este cambio, estuvieron realizando un levantamiento de información para contar con datos certeros que permitiesen organizar una intervención en las comunidades y luego de esto, han migrado temporalmente a la asistencia humanitaria, en temas de alimentación y kits de maternidad e infancia.

En medio de este rediseño, Mauro reconoce que “incluso en estas condiciones tan cambiantes, siempre hay oportunidades que permiten continuar con el trabajo a largo plazo”, como lo son la identificación de líderes comunitarios, más voluntarios y empresas aliadas quienes, con su participaciónn y apertura, permiten desde la articulación hasta la sostenibilidad de los proyectos.

Foto: Tito Herrera para la Fundación Ciudad del Saber

El trabajador humanitario de hoy

Para Oliver Bush, Asesor Regional de Migración del Comité Internacional de la Cruz Roja, la forma de trabajo ha cambiado completamente en el sector humanitario. Su principal reto ha sido la adecuación en la utilización de nuevas tecnologías para poder cumplir con las responsabilidades a la distancia. No obstante, reconoce que los trabajadores de campo enfrentan retos mucho mayores, ya que su trabajo consiste en estar en contacto directo con las personas más vulnerables; además de conseguir permisos de las autoridades para poder trasladarse, cambiar su forma de interacción con sus interlocutores y principalmente, el monitorear las necesidades de las personas, específicamente en temas de protección.

Bush Espinosa señala que a pesar de este nuevo panorama, el equipo continúa dando lo mejor de sí y su motivación está intacta.

Su compañera en la organización, Andrea Riera León, Oficial de Cooperación del Movimiento, asegura que “la labor humanitaria es algo noble pero también implica mucho sacrificio”. En muchas ocasiones, el trabajo puede generar impotencia, ya que la necesidad suele ser mayor que el apoyo que se puede brindar. Sin embargo, se mantienen enfocados en adaptarse y seguir brindado apoyo.

“Así vea a una sola persona sonreír gracias a la ayuda que le hemos brindado, siento que su alivio es el mío también”.  Andrea Riera León Oficial de Cooperación del Movimiento del Comité Internacional de la Cruz Roja.

Foto: Cortesía del Comité Internacional de la Cruz Roja

Panamá, puente de ayuda humanitaria regional

En los últimos años, Panamá ha coordinado ayuda para toda la región a través del hub humanitario conformado por distintas organizaciones y entidades gubernamentales. Esta plataforma logística ha facilitado la administración, operación y coordinación estratégica del recurso humano, equipos y manejo de suministros orientados a apoyar la ayuda humanitaria, de manera más eficiente, ante situaciones de catástrofes. Esta asistencia ha sido mayormente visible en los pasados meses por el surgimiento de la emergencia del COVID19.

Carlos Cruz, Oficial de Programas en el Equipo de Preparación y Respuesta a Emergencias del Programa Mundial de Alimentos, explica que, además de la ubicación geográfica privilegiada de Panamá, la conformación del hub humanitario en el país es un esfuerzo de todos los trabajadores humanitarios y el gobierno de Panamá que viene consolidándose desde el 2008, al tener equipos articulados y bodegas de respuesta regional para las Américas y el Caribe en Panamá.

Cruz asegura que su rol y el de sus compañeros es vital para que Panamá pueda continuar coordinando ayuda para toda la región. Destaca que el principal papel del trabajador humanitario es la identificación de las brechas y necesidades que puedan existir a nivel local: “encontrar cuáles son los temas o áreas que no están cubiertas y en las cuales su organización podría proporcionarles atención”.

Sin embargo, Cruz menciona que todo ciudadano puede colaborar con la labor que realizan los trabajadores humanitarios en Panamá, al poner en práctica de forma permanente las indicaciones brindadas por las autoridades locales.

“En la medida que logremos contener el virus, que no siga propagándose y descienda la curva de contagios, eso nos permitiría operar con mayor seguridad y movilidad a todos los trabajadores y más a los que tienen contacto con personas”. Carlos Cruz, Oficial de Programas en el Equipo de Preparación y Respuesta a Emergencias del Programa Mundial de Alimentos.

Foto: Cortesía del Programa Mundial de Alimentos

Comunidad física y virtual

Los trabajadores humanitarios coincidieron en que, para dar respuesta rápida y oportuna en medio de los cambios que actualmente están ocurriendo, es indispensable para ellos y sus organizaciones contar con un espacio físico y virtual como la comunidad conformada en Ciudad del Saber.

En palabras de Oliver Bush Espinoza, esta proximidad y la interacción que allí existe, les ha asegurado una coordinación exitosa en respuesta a las necesidades de las personas en las Américas.

Para Carlos Cruz y su equipo, es uno de los mejores modelos de trabajo concebidos para el sector humanitario, ya que no se limita a lo físico, sino que se extiende a lo virtual como la comunicación ejecutada en la plataforma del REDLAC, que brinda a los equipos las herramientas necesarias para hacer su trabajo con mayor eficiencia. REDLAC es grupo conformado por todas las agencias, oenegés y donantes que trabajan riesgos, emergencias y temas humanitarios en la región latinoamericana y el Caribe. Tiene como objetivo ser un punto de intercambio de información, análisis, dialogo y coordinación con visión común para el trabajo eficiente de emergencias.

Con todos estos esfuerzos Panamá y sus trabajadores humanitarios se posicionan en la comunidad internacional como un ejemplo a seguir en la conformación de respuesta humanitaria coordinada desde y para la región americana.

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