Siembra de Banderas de Ciudad del Saber: un legado de patriotismo

Fundación

Bajo la luz del sol y al son de música folclórica y bailes típicos, se celebra cada año la tradicional Siembra de Banderas de Ciudad del Saber, evento institucional que evoca las memorias patrias de nuestro país y en el que, tradicionalmente, los participantes levantan las banderas panameñas y las plantan frente al edificio de la Fundación como símbolo de soberanía y de su amor por Panamá.  Este evento se ha llevado a cabo por más de 15 años para dar apertura al Mes de la Patria y este año, se llevó a cabo de una forma especial.

“Todos los panameños llevamos dentro el sentimiento de patria y cuando vemos estas manifestaciones, nos asalta más ese profundo amor por la tierra que nos vio nacer. Tener una bandera en la mano, escuchar nuestra música y ver nuestra vestimenta típica, evoca los recuerdos de nuestra niñez y los tiempos de escuela donde aprendimos nuestra cultura, nuestra historias y tradiciones. Además, de todo el amor y el respeto que nos inculcaron por nuestro país” asegura Ben Bravo, Vicepresidente de Administración y Finanzas y precursor de esta iniciativa.

Hace 60 años, un grupo de unos 75 jóvenes universitarios, en una operación clandestina y secreta, sorprendieron a las autoridades estadounidenses que administraban el Canal de Panamá y sembraron en varios lugares simbólicos, 65 banderas panameñas de manera pacífica, cívica y silenciosa, a la misma hora y en distintos puntos claves de la Zona del Canal de Panamá.

Este hecho histórico demandaba la revisión de los Tratados del Canal de Panamá y la soberanía panameña en el lugar. La Siembra de Banderas está inspirada en esta gesta patriótica del 2 de mayo de 1958, conocida como Operación Soberanía.  Aquella acción, además, inspiró la marcha patriótica en noviembre del siguiente año y llevó al Presidente de EE.UU. a reconocer que ambas banderas debían ser izadas en la Zona del Canal, según fue establecido mediante el Acuerdo Chiari-Kennedy. Fue una hazaña sin precedentes, en la que estos jóvenes desafiaron las limitaciones jurisdiccionales de la época y demostraron la tenacidad por la que decidieron encarnar el juramento a la bandera panameña, poniendo en riesgo sus propias vidas.

Inspirados en esta gesta patriótica, la Siembra de Banderas de Ciudad del Saber se ha consolidado como un testimonio de gratitud hacia todas las generaciones de panameños y panameñas que lucharon para recuperar la soberanía en todo el territorio nacional. Tradicionalmente, se siembran 300 banderas con 20 pies de distancia entre ellas, en una alineación casi matemática que puede evidenciarse en las líneas perfectas que se dibujan entre una y otra, y que son visibles desde diferentes ángulos del campus. “Por donde se mire se puede apreciar una alineación perfecta y eso es algo hermoso” asegura el Bravo. “Clavamos nuestro símbolo patrio en la tierra, para recordar aquellos tiempos en lo que se hizo cuando este suelo aún estaba bajo jurisdicción extranjera” añade. Lo que se acuñó entonces como una frase popular de la época, hoy es una hermosa realidad: se sembraron banderas y se cosechó soberanía.

Durante estos años, 15 invitados especiales han tenido el honor de protagonizar el evento donde los colores patrios pintan el campus de Ciudad del Saber, recordando el sentido de pertenencia que nos une. A cada ceremonia asisten, tradicionalmente, cientos de personas para recordar con profundo respeto, los hechos que han edificado lo que hoy somos como país.

“Este evento es en el que más colaboradores de la Fundación participan cada año de manera voluntaria, alrededor de unos 50” apunta Ben, como muestra del significado especial que tiene la celebración para el equipo humano de la institución. “El más grande logro de esta ceremonia es ver cómo nos unimos en comunidad para empoderarnos del lugar que nos vio nacer, ondeando una sola bandera que simboliza todas las epopeyas pasadas y marca el cambio social en nuestra historia” concluye.

Un evento especial en 2020

El 2020 nos sorprendió con un profundo mensaje de volver a lo esencial: la ciencia, la educación y el trabajo colectivo como respuesta a los grandes desafíos que hemos enfrentado y enfrentaremos como humanidad.

Por eso, la abanderada del evento fue la científica panameña Sandra López Vergès, investigadora en salud en las áreas de virología e inmunología en el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES).

La Sr. López destacó en su discurso la importancia de aportar a través de la experiencia colectiva, para construir un país con una visión de desarrollo abierto al mundo. Afirmó que para esto es necesario apoyarse en la educación, la salud, las ciencias, la agricultura, las humanidades y el arte, reiterando la importancia de trabajar de la mano con todas las disciplinas para unir fuerzas y sumar desde diferentes perspectivas a la construcción de un futuro pensado para todos.

El evento, que se celebró con aforo reducido y estrictas medidas de seguridad, tuvo un espacio para recordar a los asistentes por qué y para qué existe Ciudad del Saber: “nuestros fundadores, cuando soñaron la Ciudad del Saber lo hicieron pensando en crear un espacio para enfrentar los grandes retos de la humanidad en el siglo XXI. Estamos caminando y es mucho lo que se ha logrado gracias a mucha gente” destacó el Profesor Jorge Arosemena, Presidente Ejecutivo de la Fundación Ciudad del Saber, quien añadió que “una nueva generación, como la doctora Sandra, está llamada a consolidar una patria más justa, sostenible e inclusiva”.

En este año tan especial, los participantes dejaron un mensaje clave: así como las generaciones anteriores contribuyeron a convertirnos en un país libre y soberano, de la misma forma nos corresponde avanzar en la construcción de nuestro proyecto de Nación, para dejarle a las futuras generaciones un mejor país, donde vivamos en paz, con un futuro próspero, democrático y sostenible.

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