Más que un Mercado Urbano: Un sano tejido social

Cultura y comunidad

Los mercados –desde los bancos de trueque hasta los centros comerciales– han sido una tradición milenaria que ha evolucionado con el ser humano. Hace miles de años eran plataformas de intercambio, no solo de víveres, sino de historias, relatos y conocimiento ancestral: papa por arroz, tela por carne, ungüentos, tisanas y remedios caseros para el resfriado. Alrededor de estos las comunidades se encontraban para conocerse, compartir, conversar, y por qué no, cerrar negocios.

Para ese entonces, los pequeños productores comercializaban sus manufacturas sin verse limitados por el poder de multinacionales y condicionados por un sinfín de intermediarios. Hoy, las grandes superficies han creado abismos colosales entre productor y cliente, la producción masiva ha industrializado los productos y las compras de la semana se hacen, cada vez más, desde las pantallas.

Muchos ingredientes de gastronomía internacional se encuentran fácilmente en la tienda de la esquina, sin embargo, se ha perdido el sabor local de los mercados así́ como ese escenario social donde conversaban productor y consumidor. Con el objetivo de rescatar lo mejor de los mercados tradicionales, nació́ en 2014 el Mercado Urbano de Ciudad del Saber, un espacio que se lanza como la oportunidad para recuperar la compra-venta de productos responsables: locales, saludables y eco-amigables; en un ambiente comunitario y bajo la filosofía del comercio justo.

Unos 1,300 visitantes se han sumado en las últimas ediciones a esta actividad que se ha convertido en un punto de encuentro mensual para quienes buscan otras formas de habitar la ciudad. Las voces de los emprendedores participantes dan cuenta del Mercado Urbano como un puente que conecta el desarrollo económico del país con la construcción de un tejido social sólido, orientado por las fuertes relaciones interpersonales, la salud y el respeto por la tierra.

Esta iniciativa promueve en el país la agricultura sostenible y la producción artesanal. Más de 50 emprendedores (55% mujeres, 34% familias, 11% hombres) comercializan vegetales y frutas orgánicas, huevos de gallinas felices, miel, cacao, aceite y cosméticos naturales: productos pensados para el cuidado integral de la salud y cuyo sistema de producción está comprometido con la protección del ambiente.

Conversamos con cinco de estos emprendedores quienes nos contaron cómo este espacio ha sido una plataforma que impulsa sus ideas de negocio sostenible.

PLANTA FELIZ • Carlos Juan Vargas – @plantafeliz

Innovación agrícola y biotecnología convergen en una idea de negocio que trasciende la forma en que se abonan los cultivos. Planta Feliz es un fertilizante 100% natural que brinda nutrientes a cualquier tipo de planta, sin riesgo de quemarla. Es un producto libre de químicos que se fabrica a partir del compostaje de material vegetal con aportes de lombriz roja californiana. El material orgánico, generado por la lombriz, produce un humus que tradicionalmente ha sido comercializado en presentación sólida. Sin embargo, Planta Feliz se propuso entrar al mercado con una presentación líquida, producida por su máquina patentada: Termístocles.

Esta tecnología implicó varios años de investigación y pruebas piloto, hasta que, en el año 2013 salió́ al mercado. Este es un producto seguro para las personas y para el medio ambiente, no se degrada, ni pierde sus propiedades con el tiempo. Su facilidad de uso hace que cualquiera pueda regarlo sobre sus plantas y cultivos, sin poner en riesgo su salud ni la de sus mascotas.

La idea de negocio contribuye al ambiente de dos maneras: reduce el uso de fertilizantes dañinos y recicla basura orgánica –que de otra manera iría a parar al vertedero municipal. Las personas que quieran contribuir con esta iniciativa, pueden entregar sus desechos vegetales (huevos, vegetales) y cartón al vivero La Locería y recibir un 20% de descuento en sus compras a Planta Feliz. Esta propuesta ha tenido una gran acogida por parte de la comunidad, lo que ha hecho que el volumen de materia prima recibida sea más que suficiente para la producción del fertilizante.

Planta Feliz empezó dando sus primeros pasos en el Mercado Urbano de Ciudad del Saber, espacio que ha servido de trampolín para impulsar el emprendimiento. La escena local del Mercado se ha convertido en un laboratorio de experimentación donde se recibe directamente el feedback de los clientes finales y, de esta manera, se garantiza la mejora continua del producto.

Planta Feliz ahora se comercializa también en superficies como Novey y Do It Center. Su objetivo es mudarse a un espacio que les permita abrir paso a nuevos productos, ampliando su operación y exportando a otros países de la región y del mundo.

LO TUYO • Silke Berger – @lotuyo_info

Lo Tuyo refleja su ambición en dos palabras: significa tu salud, tu ambiente, tu futuro. La asociación Lo Tuyo, fundada en Alemania, fomenta la educación ambiental y la agricultura sostenible en Panamá́. Su terreno cuenta con una casa para seminarios, alojamiento para los asistentes y un jardín demostrativo. Desde allí́ se imparten cursos de arte, cultura y educación ambiental a niños y niñas, así́ como talleres a los pequeños productores. En el jardín se puede descubrir una gran variedad de plantas útiles tradicionales y su uso.

La asociación tiene su propia marca de productos, también llamada Lo Tuyo. La empresa compra – a precio justo y directamente de los productores – frutas y verduras provenientes
de cultivos sin productos químicos tóxicos de Las Lajas y sus alrededores, y elabora conservas a partir de estas cosechas frescas, combinando los estándares de calidad alemana, con el auténtico sabor de la cocina panameña.

El proyecto inició en el 2011 y desde entonces comercializan jaleas, chutneys, salsas picantes, harinas y guineo deshidratado, entre otros. Siempre comprometidos con los pequeños productores, desde el vivero del proyecto se dona a los agricultores plantones de árboles frutales para que los siembren y, posteriormente, comprarles las cosechas para su transformación y comercialización.

El objetivo general de Lo Tuyo es reforzar la conciencia de una alimentación sana y respetuosa con el ambiente, además enriquecer los conocimientos sobre el uso de tierra: mundialmente existen unas 75,000 plantas comestibles, pero la gran mayoría de los alimentos que consumimos provienen de muy pocas especies.

Su único canal de distribución en Panamá́ es el Mercado Urbano, además de la venta directa en Las Lajas y en algunas ferias que organiza la asociación, donde los mismos productores tienen un puesto para vender sus productos frescos. Desde el primer día, el Mercado Urbano impulsó la relación personal con los clientes, recibiendo feedback directo e inmediato de
los clientes, lo que facilitó el nacimiento de nuevas ideas.

FINCA RÍO DE JESÚS • Migdalia Woo – @finca_rio_de_jesus_

A ocho kilómetros del Valle de Antón, se encuentra una finca con clima fresco y mucha vegetación: la Finca Río de Jesús. Debe su nombre al río que atraviesa el lugar llenando de vida al territorio. Desde allí́, se siembran de manera orgánica especies como plátano, berro, puerro, hierbabuena o menta. Desde la finca trabajan con personas de la comunidad que están siempre cuidando la tierra y se han convertido más que en colaboradores, en amigos.

Sembrar ha sido todo un proceso de reconocimiento del valor de las semillas y respeto por los cultivos nativos. La finca apuesta siempre por la siembra de especies que fluyan naturalmente en el espacio. Su valor diferenciador es la producción de especies poco comunes en la última década, pero que siempre han sido típicas de la tierra panameña, como el cacao o el plátano chino.

La producción, que se comercializa en el Mercado Urbano, tiene toda una historia de relaciones interpersonales valiosas e impacto positivo, pues la finca intercambia productos con otros agricultores de la zona y colaboran mutuamente para garantizar un ganar-ganar de todos los involucrados en el proceso de producción.

El Mercado Urbano, además de ser un espacio para generar redes, fue la primera ventana para dar a conocer la producción de la finca. El formato facilita el aprendizaje constante y la creación colectiva, pues se han generado lazos estrechos: permite dar a conocer a los clientes que los productos están siendo cuidadosamente producidos, pensando en ellos, en el planeta y en las comunidades.

Cada producto tiene una historia. La finca sueña en convertirse algún día en un jardín botánico, donde las personas puedan aprender de la fauna y flora de la zona, facilitando que
las personas disfruten y valoren la naturaleza, bajo un concepto de turismo sostenible.

FINCA RED JASPE • Carlos Celis – @redjasper_lapalaconsiente

La Finca Red Jaspe es un proyecto de cultivo mixto donde se produce principalmente café́, además de frutas deshidratadas, especias para condimentar y hierbas medicinales. Su nombre se debe a la cantidad de Jaspe Rojo que abunda en la finca y cuyo color también se asemeja a la fruta madura del café́, uno de sus principales productos.

En su vivero además venden plantones y comercializan compost de tierra vegetal, un producto que se genera a partir de toda la materia orgánica que se descompone en la finca. También transforman materias primas, para la venta de bebidas de temporada según las cosechas, carimañolas y hamburguesas veganas a base de plátano y zanahoria.

Los productos que hoy se comercializan fueron ideas que germinaron en el Mercado Urbano ya que fue en este espacio donde encontraron el foco de su idea de negocio. Su primer oferta fue la hamburguesa vegana, un producto fabricado con materia prima propia, recolectada en las cosechas de la finca, lo que asegura tener control de calidad desde la siembra hasta la entrega final. Poco a poco fueron incursionando en otros productos como las hierbas medicinales. Conscientes de la desaparición de cultivos ancestrales, se busca, a través de
la comercialización de estas hierbas, rescatar la sabiduría de los ancianos de la región, como una forma de perpetuar la medicina milenaria.

El concepto del cultivo es de agricultura natural, es decir, sin demasiada intervención humana. Las siembras son silvestres, crecen solas y requieren un mínimo de cuidado. Cinco agricultores diferentes, que tienen buenas prácticas agrícolas, apoyan la producción
de las materias primas que la finca no produce. De esta forma, además, cumple con el propósito de generar empleo en las comunidades aledañas.

El Mercado Urbano es su principal canal de distribución y cuentan con algunos comerciantes aliados que impulsan las ventas en sus establecimientos. El objetivo a mediano plazo es generar más redes para ampliar el alcance de la comercialización de sus productos en establecimientos como minisúper u otros espacios locales que apoyen la distribución a gran escala.

Como destacan estos emprendedores, el mercado ha evolucionado hasta convertirse, no solo en una plataforma de lanzamiento para impulsar ideas de negocio, sino en un espacio de intercambio de experiencias. Allí́ se desvanecen las etiquetas cliente y consumidor o conceptos como competencia. Estos mutan para convertirse en vecinos de una comunidad colaborativa que genera aprendizajes y alianzas en múltiples vías.

PORTO VIEJO’S HOMEMADE • Aracelly Suñé de Ortiz – @porto_viejos_homemade

Porto Viejo’s Homemade, una empresa familiar establecida en Puerto Armuelles (provincia de Chiriquí), fabrica productos salados y dulces: pesto de culantro, encurtido de cebollas picante, mermelada de paprika y piña colada, y confitura de nance y mango verde. El valor agregado de estos productos es que, además de ser saludables, son 100% artesanales. El proceso de producción inicia con la selección de los mejores productos, que posteriormente se cortan a mano con unas medidas estandarizadas. Su proceso, empaque y etiquetada se hace en casa.

Cuatro años después de iniciar este emprendimiento ya han ampliado su portafolio: empezaron distribuyendo cinco productos y hoy ya tienen 31. El Mercado Urbano ha sido para ellos una plataforma de colaboración, donde se conectan con otros productores que se convierten en proveedores de algunas de sus materias primas.

A futuro esperan seguir explorando sabores y texturas para ofrecer al público mayores opciones.

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