
Fondo Ingenia: Una oportunidad para proyectos de innovación social
Cultura y comunidadUn vistazo a nuevas formas de sensibilización y participación ciudadana a través de la cultura en el campus de Ciudad del Saber, por vía de expresiones artísticas de diversa índole
Hablar de cambio social significa explorar la forma en que las interacciones y las relaciones humanas transforman las instituciones culturales y sociales a lo largo del tiempo, lo cual tiene un impacto profundo en la sociedad. El cambio social puede provenir de diferentes fuentes aleatorias, como el clima, la tecnología o la presencia de un grupo de personas entre otras, pero también puede deberse a factores sistemáticos, como la organización social y la incidencia de los gobiernos. Sin embargo, lo que tal vez olvidamos es que la cultura es, también, una fuente de cambio social.
De hecho, la cultura es un elemento clave para asegurar el éxito del cambio social. La cultura, a fin de cuentas, representa a un pueblo, lo que es muchas veces la base para entender y determinar el futuro del mismo. Además, la cultura modela la innovación, las identidades de las personas y puede ser esa goma que refuerza la cohesión social, creando puentes entre grupos y personas.
En resumen, la cultura y el cambio social, van de la mano y se acompañan en el proceso de transformación necesario para hacer avanzar a la sociedad. Por esa razón, la sociedad debe tomar las acciones necesarias para entender y defender aquellos cambios culturales positivos que considera necesarios.
Todo esto puede sonar algo abstracto, pero la realidad es que las personas tenemos el poder colectivo de influir en el cambio social. La cultura es una de esas herramientas que podemos usar frente al sentimiento de impotencia ante el devenir de los cambios de nuestra sociedad. En la medida en la que nos preocupe la dirección que esta va tomando, podremos tratar de darle forma, y juntos ayudar en el proceso del cambio hacía algo mejor.
Desde la Fundación Ciudad del Saber, se busca fortalecer el sector cultural y creativo del país y estimular la participación ciudadana mediante la formulación y ejecución de proyectos que contribuyan a la innovación social y a la participación comunitaria en el campus de Ciudad del Saber. Es por ello que, en 2020, se comenzó a formular la idea del Fondo Ingenia, como un mecanismo de inversión en el sector cultural y creativo de Panamá para proyectos que ayuden a contribuir a las líneas estratégicas de la Gerencia de Cultura y Comunidad de la Fundación.
Para Davinia Uriel Abad, Gerente de Cultura y Comunidad de la Fundación Ciudad del Saber, “el Fondo Ingenia, materializa el trabajo que hemos venido realizando desde hace años en la Fundación Ciudad del Saber con el apoyo a diversas iniciativas y los patrocinios a proyectos. Normalizan y amplían la oportunidad para aquellos que quizás no se atrevían por diferentes motivos. De esta manera, los proyectos no sólo estarán más alineados con la misión de la Fundación Ciudad del Saber, sino que es un paso más para seguir profesionalizando el sector de la cultura. Gestores, artistas, colectivos entre otros, tendrán la oportunidad de presentar un proyecto a un fondo económico con lineamientos bien definidos, objetivos, metas y compromisos que cumplir», explicó.

Uno de estos proyectos cobra relevancia hoy en el marco del Día de la Tierra. Se trata de «Deshielo», un proyecto artístico efecto del cambio climático y la contaminación. Es una instalación que emula un témpano de hielo (seco) que estará instalado en el cuadrángulo central de Ciudad del Saber. El proyecto implica la participación activa de la comunidad y está convocando, previa inscripción, desde las 5:00 p.m. a las personas a experimentar arte y sensibilizarse, a la vez, sobre este tema ambiental.
Eleonora Dall`Asta, artista, Directora Artística de La Tribu Performance y El Cuarto Rojo coincide:»el arte es transformador; nos hace viajar con la mente y expandir nuestra imaginación, tiene el poder de hacernos pensar y lo más importante es que nos llega adentro, nos conecta con temas importantes a través de los sentidos y nos hace emocionar sea cual sea nuestro staus quo», señala.
El proyecto que se benefició del Fondo Ingenia, implicó el desarrollo de Plataforma Circo, «una residencia de creación para el circo contemporáneo en Panamá», según Dall’Asta.
La idea de este año fue tener un director invitado y experto en construir estructuras con bambú para que pudiera liderar un proceso artístico virtual de dos semanas de duración, con 2 intérpretes en esa disciplina. Las artistas seleccionadas para esta pieza fueron Sara Martín y Ana Sofía Riba, de Panamá, y el director Cesar Martínez Hernández, de México.
Al cabo del período de dos semanas de creación, se presentó el proyecto final con una pequeña muestra en las instalaciones del Mercado Urbano.

Para Dall’Asata, realizar proyectos como este, significa contribuir a dar un impulso necesario para la cultura en términos de circo contemporáneo, que es una disciplina en auge y con poco apoyo. Destaca la importancia de generar esto espacios para «escuchar, analizar, evaluar, aplicar nuevas ideas, apoyar; eso es innovación ‘cultural’, explica.
Para Marlyn Attie, Codirectora de la Fundación Espacio Creativo, otro de los beneficiados del fondo, el arte es la herramienta más poderosa para conectar con otras personas desde la emoción: «nos permite sobrepasar la ‘razón’ y relacionarnos desde el subconsciente,» añade.
Mediante el fondo Ingenia, Espacio Creativo desarrolló el proyecto ESCENARIO, en colaboración con Mauro Colombo. «Entre ambos buscamos expresar en esta pieza de video-danza la ausencia de los escenarios en el 2020», agregó Attie. Los bailarines Jonathan Valdivieso, Joameth Manzane, Adrián Morales y Jaime Ruiz aportaron con el movimiento. Davide Fiorentin compuso la música de la pieza; David Colindres, Carla Morely, Analida Galindo brindaron apoyo técnico.
La Gerente de Cultura y Comunidad de la Fundación Ciudad del Saber, apunta que cuando, desde la Vicepresidencia de Comunicaciones, se decidió hacer entrega de tres fondos a modo de prototipo, se tuvo el objetivo «de realizar un ejercicio de analizar cómo era la relación con los beneficiarios, los tiempos de ejecución, qué podíamos esperar de ellos y, a su vez, qué podían ellos esperar de la Fundación. Sin embargo, durante el desarrollo del prototipo, concluimos que debíamos constituir un Fondo como tal, que la investigación y la experimentación de los proyectos en el campus durante el periodo de ejecución del proyecto era una parte fundamental y la base para unos resultados gratificantes y el éxito del proyecto”, puntualizó.



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