¿Es la Ciudad del Saber una Smart City?

Sostenibilidad

Para responder a la pregunta con la que comenzamos el artículo, permítame hacerle otra,
¿qué es una Ciudad Inteligente o Smart City?

Por Ernesto Marques, Gerente General de Seeketinc IcT

Las denominadas Ciudades Inteligentes, Smart Cities, Ciudades Smart, Destinos Inteligentes o Ciudades 4.0 son aquellas que integran diferentes tecnologías que permiten a través del uso de las mismas, conocer y optimizar el uso de los espacios públicos y recursos de la ciudad, entre otros aspectos al medir la movilidad urbana (vehicular y peatonal) con el objetivo de aportar la transparencia en la gestión municipal, la sostenibilidad y mejora en el uso de sus recursos  y conseguir el confort, así como la mejora de la calidad de vida del usuario de la ciudad, sean estos residentes, trabajadores, estudiantes, visitantes habituales o esporádicos de la misma.

La importancia de las ciudades va más allá de una simple tendencia, según varios estudios, uno de ellos realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (el BID), para el año 2050, el 90% de las personas en América Latina y El Caribe, viviremos en ciudades, además que otros estudios avalan que el consumo de recursos y energía en las ciudades, para el mismo año, será de entre el 75% y 80% del global mundial.

Más allá de la definición arriba mencionada, donde se engloban algunos de los beneficios para la gestión de la ciudad inteligente y el uso que nosotros, sus usuarios, le demos a sus espacios públicos, comerciales y residenciales, incluso, desde el momento en el que nos trasladamos o salimos de ella para trabajar, estudiar o regresar a casa, y considerando que en esta época en la que nos ha tocado vivir, en donde la búsqueda de la eficiencia de los recursos a nivel institucional y que el usuario tenga la mejor experiencia de uso de los espacios, productos y servicios que son ofrecidos en las ciudades es el verdadero Santo Grial de la gestión municipal, y no sólo hablemos de ciudades y sus ciudadanos, agreguemos en la ecuación al universo emprendedor, empresarial y de las PYMES, ya que está demostrado por múltiples estudios que en las Ciudades Inteligentes la relación de riqueza y prosperidad aumenta para todos, por lo que le pregunto, ¿no quisiera usted vivir o trabajar en una Ciudad Inteligente?.

Hablemos ahora de la Ciudad del Saber, como espacio público, donde se concentran en sus 120 hectáreas de extensión y más de 200 edificios en donde no sólo está la Fundación Ciudad del Saber como ente gestor, sino una gran cantidad de empresas, instituciones nacionales e internacionales, ONG´s, comercios,  colegios, así como residentes, y como no puede ser de otra forma, un gran espacio de innovación y emprendimiento, que hace de la Ciudad del Saber, además de un espacio único en la ciudad, lo convierte en el Sillicon Valley de Panamá.

Por lo que la Ciudad del Saber, realmente es un foro de conocimiento y buenas prácticas, sirviendo además de piloto o laboratorio de ideas para exportar productos, servicios y mejores prácticas de las Ciudades Inteligentes a nivel nacional.

Si bien es cierto que cuando hablamos de Ciudades Inteligentes, nos viene a la mente la tecnología, internet de las cosas (Io), el uso de los datos, aspectos de privacidad –que la FCdS es garante del correcto manejo anónimo de los datos y por ende de la protección de la privacidad de todos sus usuarios-, también es cierto que al hablar de Ciudades Inteligentes, lo hacemos también de sostenibilidad, seguridad, salud, mayores niveles de prosperidad, riqueza y felicidad, confort en el uso de una ciudad, que gracias a la ingente cantidad de datos generados, su análisis y transformación en información que derive a su vez en KPI´s y OKR´s (Key Performance Indicators Objectives and Key Results respectivamente) nos permite detectar tendencias de forma temprana y poder llevar a cabo acciones que permitan satisfacer las necesidades de sus residentes, usuarios y visitantes.

Volvamos a la Ciudad del Saber y les hago otra pregunta, ¿cuándo entran en la Ciudad del Saber, no se sienten en un espacio seguro, un espacio diferente a las otras áreas del resto de la Ciudad de Panamá?, les puedo garantizar que no es por un despliegue de fuerzas de seguridad del Estado, que sí que están en la Ciudad del Saber, más bien es gracias a una gran labor invisible del Departamento de Seguridad, en donde a través del monitoreo continuo y la adopción de medidas preventivas en función de la movilidad de los usuarios de la Ciudad del Saber, la movilidad es mucho más fluida, la seguridad material y personal está garantizada y la sensación de estar en una zona totalmente segura es un gran valor a resaltar en esta área de la ciudad capital. 

Y esto es sólo el principio, según el Director de Innovación de la Ciudad del Saber, Alejandro Carbonell, “el futuro de la Ciudad del Saber pasa por hacer cada día más inteligente e interconectada a la ciudad, para poder ofrecer a sus usuarios más servicios y una mejor experiencia, ya que la ciudad se debe adaptar al ciudadano y no la persona a la ciudad. Por lo que la Fundación Ciudad del Saber invierte en analizar y probar en algún caso, nuevas tecnologías con el  ánimo de la mejora continua y la posibilidad que otras ciudades del país puedan replicar las experiencias exitosas que se desarrollan y prueban en la Ciudad del Saber”.

Para conseguirlo, hay un equipo multidisciplinario comprometido, no sólo en el Centro de innovación, sino también la Dirección de Arquitectura que ha desarrollado un Plan Maestro a 10 años para el desarrollo de las áreas y la adecuación por fases de los 120 edificios de una antigua base militar que comenzó a construirse en 1919, para que, aunque manteniendo la belleza de los estilos Bellavistino (Neocolonial Panameño) y Art Decó, transformarlos en edificios del Siglo XXI, todo en colaboración del equipo de Tecnología, que según palabras de su líder, Eduardo Sarmiento, “la Ciudad del Saber se está estableciendo como una ciudad inteligente moderna, en dónde siempre se construye y diseña con el ciudadano como parte central de un universo de elementos que le escuche y recopile suficiente información para darle respuesta a sus necesidades”. 

En algunos proyectos humanocéntricos que se están desarrollando ahora mismo, están la mejora y optimización de las utilities de la Ciudad del Saber, así como el análisis de la movilidad urbana y peatonal (estaciones de autobús, uso del parque, de las áreas comerciales, asistencia a eventos y áreas de oficina), para mejorar la eficiencia operativa y satisfacer las necesidades antes que como usuarios nos percatemos incluso que las necesitamos. 

Hablemos de otras ventajas de llevar una gestión tradicional a una basada en datos o “esmartizada”, según palabras de D. Enrique Martínez, Presidente de SEGITTUR (Sociedad Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas, órgano dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de España, “el transformarse en un destino inteligente mejora la competitividad, ya que supone la revalorización de un territorio, ayudando a mejorar la competitividad, impulsando el desarrollo sostenible y mejorando la experiencia del visitante y calidad de vida del residente”.

Algunos de los beneficios de ser una Ciudad Inteligente, esta vez visto desde el prisma empresarial, a través de las Ciudades Inteligentes y según estudios de KPMG, los ahorros de recursos por establecer la operación en una ciudad 4.0 está entre el 20% y 60%, así como una potencial reducción del consumo de energía en media de $ 400 por año/m2.

Para la Ciudad del Saber, el camino de transformar la ciudad de una gestión del Siglo XX al  Siglo XXI no es inmediato, es una carrera de fondo, en la que se están llevando a cabo las acciones e inversiones necesarias para mejorar la eficiencia operativa y el confort del usuario y que el proyecto de Ciudad 4.0 además sirva de modelo al desarrollo del país.

Dicho lo anterior, le pido sea usted quien responda la pregunta con la que iniciamos, ¿Es la Ciudad del Saber una Smart City?

Comparte esto