
El saber de la Ciudad: Noviembre en la Ciudad
Fundación“Las sociedades mueren o viven conforme a su composición y a sus antecedentes: si se salen de ellas, si viven por siglos enteros fuera […] de la obra ineludible, por penosa que sea, de su propio desarrollo, al cabo de siglos reaparecen, […], y recomienzan la labor interrumpida. Ni hombres ni pueblos pueden rehuir la obra de desarrollarse por sí, – de costearse el paso por el mundo”. [1]
José Martí, 1894
Como cada año, noviembre llega a la Ciudad en brazos de las banderas nacionales que fueron sembradas en su antejardín principal, de cara al Canal de Panamá. En esta ocasión, la abanderada y oradora principal del evento fue la Dra. Sandra López Vergés, viróloga, investigadora en el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, y promotora entusiasta de la ciencia en general, y de la participación femenina en la investigación científica, en particular.
Con este evento, la Ciudad rinde homenaje a quienes han luchado y luchan por hacer de Panamá una nación libre y soberana, y reitera su compromiso de contribuir a que esa nación sea próspera, inclusiva, sostenible y democrática. Para comprender el alcance de este homenaje y este compromiso, conviene verlo a la luz de un hecho no siempre bien comprendido: Panamá, tras desempeñar un papel de primer orden en la construcción del imperio español en América desde el siglo XVI,vino a ser el último país iberoamericano en completar su formación como Estado nacional en diciembre de 1999, con la salida del útimo contingente militar extranjero de nuestsro territorio.
Al calor de ese evento fue establecida la Ciudad en la que fue la principal de las bases militares establecidas en el país para la protección del Canal interoceánico, que 96 años después de su construcción y operación por el gobierno de los Estados Unidos, pasó a manos del Estado panameño en virtud del Tratado Torrijos-Carter. Desde esa circunstancia participa en la tarea nacional de construir un país de capacidades y riqueza correspondientes a la complejidad de sus responsabilidades ante la comunidad internacional, y en primer término ante sus propios ciudadanos.
Este año, esa tarea de todos ha debido enfrentar dificultades sin precedentes en nuestra historia republicana. Todas nuestras limitaciones acumuladas han salido a la luz al impacto de la pandemia de la COVID 19, como han salido a la luz también todas nuestras capacidades, que no han sido pocas. Así, por ejemplo, la presencia de la Dra. López Vergés rinde homenaje al desempeño de los científicos y los trabajadores de la salud en Panamá ante esta adversidad inesperada, que ha devorado casi un año de nuestra historia.
Sin duda, la pandemia también ha puesto en evidencia las tareas pendientes en lo político, lo social y lo económico en el proceso de construcción de una patria para todos, generando un foco de tensión entre el miedo y la esperanza. Esa situación tendrá que ser atendida a la mayor brevedad, recordando que los pueblos pecan “cuando se azuzan el odio, y cuando olvidan el honor”, sin ver “el poder social de los días simbólicos” en que se rinde homenaje a “las grandes horas de rebelión y de recuerdo en que se ve, con la virtud de todos,” que recordar “es rehacerse”. [2]
De ese rehacerse para hacer se trata la siembra de las banderas que traen a noviembre a la Ciudad. Y es que, en efecto, recordar conlleva también entender, y prever. Hoy podemos ver, desde nuestras memorias, que los problemas que enfrentamos son particulares en su forma, pero universales en su alcance. No estamos solos ante la adversidad: hoy la compartimos con la Humanidad entera, y con toda ella pasamos de lo que parecía una época de cambios a la realidad de un cambio de épocas.
Recordar es, también, traer a presencia los recursos con que contamos, personales, sociales y culturales. De algunos de ellos, por ejemplo, nos hablaba hace siete años el papa Francisco, al recordarnos el valor de cuatro principios fundamentales en tiempos de crisis como los que vivimos: la superioridad del tiempo sobre el espacio; la de la unidad sobre el conflicto; la de la realidad sobre la idea, y la del todo sobre las partes. [3]
Todos esos principios son valiosos, pues nacen de una rica experiencia convertida en conocimiento. El último culmina y demuestra la eficacia de los tres primeros: lo vemos en la Ciudad, que es superior a sus partes, y desde esa realidad construida a lo largo de veinte años rinde homenaje a quienes la hicieron posible y reitera su compromiso con el por venir de todos. Florecemos en noviembre, para dar frutos el año entero.
Ciudad del Saber, Panamá, 30 de octubre de 2020
Dr. Guillermo Castro, Asesor Ejecutivo de la Fundación Ciudad del Saber
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1. “El 27 de noviembre”. Patria, Nueva York, 24 de noviembre de 1894. Obras Completas. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975. III: 402 – 403.
2. Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium Del Santo Padre Francisco a los Presbíteros y Diáconos, a las personas consagradas y a los fieles laicos sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual.2013: 222-237. Tipografía Vaticana.