El saber de la Ciudad: La Cultura de la Ciudad

Fundación

“A la raíz va el hombre verdadero.
Radical no es más que eso: el que va a las raíces.
No se llame radical quien no vea las cosas en su fondo.
Ni hombre, quien no ayude a la seguridad y dicha
de los demás hombres”.

José Martí

Algún filósofo definió a la cultura como una manera de entender el mundo, que se expresa en un conjunto de actitudes y comportamientos característicos. En este sentido, la cultura se define por los valores que se expresan en la conducta de las personas, más incluso que por lo que saben o imaginan saber.

Por otra parte, las culturas cambian en la medida en que lo hace el entorno que las produce, y van siendo sustituidas por otras, que se forman a partir de esas transformaciones. Este proceso de cambio tiene sus propios ritmos y velocidades, y – cuando abarca a las culturas de múltiples sociedades diversas entre sí-, da lugar a un cambio de civilización.

Un ejemplo clásico de cambio civilizatorio es el de la transición entre la cultura de la Antigüedad y la de la Edad Media – en cuya gestión la Iglesia católica desempeñó un papel de primer orden -se extendió desde el siglo V hasta el XII. Al culminar esa transición, en la nueva cultura medieval sólo sobrevivía de la cultura antigua aquello que tenía alguna función relevante en el entorno nuevo. Y el proceso, a su vez, se repetiría a una escala y una rapidez mayores en el paso de la Edad Media a la Moderna, entre los siglos XV y XVII.

Hoy está en curso una transición semejante. Estamos pasando de la Edad Moderna a otra, que a falta de nombre más preciso – que llegará con el tiempo – llamamos Post Moderna. El alcance de esta transición civilizatoria se aprecia mejor en su contraste con las anteriores. La de la Antigüedad a la Edad Media abarcó la cuenca del Mediterráneo; la siguiente se extendió a partir de la cuenca del Atlántico Norte, hacia las regiones atrasadas de África, Asia y América Central y del Sur. La de hoy tiene su foco principal en la región de la cuenca del Pacífico Norte, y se replica y expande con suma rapidez por el planeta entero.

Tal es la complejidad de nuestra circunstancia. Tal, también, la importancia de que la Ciudad cuente con una cultura organizacional correspondiente a los riesgos y las oportunidades que esa circunstancia le plantea.

En estos tiempos se hace evidente que la Ciudad solo será universal en la medida en que su quehacer se corresponda con las necesidades de su sociedad en el mundo que emerge de la transición civilizatoria en curso. En términos más precisos, la Ciudad solo tendrá relevancia global en la medida en que tenga relevancia glocal. Para lograrlo, necesita una cultura radicalmente innovadora en lo local, precisamente para facilitar su inserción productiva y eficaz en el proceso global del que forma parte.

Ese carácter radical de nuestra cultura se expresa ya en la visión que tiene la Ciudad de su lugar en el mundo, y de la misión que le permitirá alcanzarlo. Pero se expresa sobre todo en la forma en que la Ciudad comprende – desde su visión y para esa misión –su entorno operativo; su mercado; los clientes que aspira a tener, y las áreas temáticas prioritarias para su actividad.

Así, los colaboradores de la Ciudad pueden ver cómo la estrategia hace de ese conjunto de elementos una estructura de trabajo correspondiente a la visión del mundo que comparten. En este carácter integral y bien fundamentado se expresa el carácter radicalmente innovador de la cultura organizacional de la Ciudad.

Así, la Ciudad no se dejar arrastrar en direcciones cambiantes por los vientos cruzados de la transición civilizatoria en que andamos. Por el contrario, cambia con el mundo, para ayudarlo a cambiar en dirección a las transformaciones que demanda el desarrollo sostenible de la especie humana – esto es, de nosotros mismos y nuestra gente. Cambia bien, en breve, porque cambia para la seguridad y dicha de la Humanidad, como lo quería Martí.

Ciudad del saber, Panamá, 3 de julio de 2020
Dr. Guillermo Castro, Asesor Ejecutivo de la Fundación Ciudad del Saber

Comparte esto