
El saber de la Ciudad: Ciudad glocal
FundaciónLa Ciudad fue concebida, y nació, en el momento en que tres factores de cambio inauguraban una etapa enteramente nueva en la historia de Panamá. El primero consistió en que el país – a 96 años de haberse constituido en República – alcanzó la condición de Estado plenamente soberano. El segundo, en que se inició la integración del Canal interoceánico a nuestra economía interna, y el tercero, en nuestro ingreso al proceso de transición del viejo mercado internacional al mercado global que entonces emergía.
De entonces acá, la Ciudad supo constituirse en un medio para enriquecer los vínculos de Panamá en ese proceso. Así, contribuyó a fomentar la innovación y el emprendimiento, la investigación científica, el intercambio académico y la atracción de empresas innovadoras, y apoyó una mejor inserción de nuestro país en la comunidad internacional.
Para la Ciudad, esas tareas han sido llevadas a cabo para contribuir a que lo global se torne glocal, y contribuya a forjar un futuro próspero, equitativo, democrático y sostenible. Esto no es sencillo, pues se trata de participar en procesos históricos cuyo desarrollo no es lineal, sino espiral, y en los que solo participamos en asociación con otros. Por lo mismo, la Ciudad debe estar atenta a los riesgos y las oportunidades que se generan en cada giro de esa espiral.
De momento, la espiral ha ingresado en un giro en el que las viejas estructuras del sistema internacional generan una contradicción cada vez más evidente entre la geografía política de ayer, y la geografía funcional de mañana. Tal parece ser el trasfondo de lo dicho por el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres en una entrevista concedida el pasado enero a la agencia IPS. [1]
Allí, el Secretario General ha señalado la presencia de cuatro amenazas que ponen en peligro el progreso y las posibilidades del siglo XXI: la guerra, el cambio climático, la falta de regulaciones adecuadas en el desarrollo de la tecnología, y la desconfianza en la globalización. Esas amenazas son relevantes para la Ciudad, tanto a la luz de su visión y su misión, como de las de sus clientes y sus aliados.
Así, por ejemplo, la proliferación de conflictos armados ocasiona “una miseria generalizada”, que ha creado la mayor ola de migrantes y refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. El cambio climático, por su parte, revela que “estamos en guerra con la naturaleza y la naturaleza está luchando fieramente”, lo cual demanda “un cambio transformador”, para “reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% desde los niveles del 2010 para el 2030, y alcanzar las emisiones netas cero para el 2050”.
En cuanto a la tecnología, el Secretario General plantea que la comunidad internacional no está preparada “para el profundo impacto de la Cuarta Revolución Industrial en el mercado laboral y la estructura misma de la sociedad”. Esto demanda atender una gama de problemas que va desde “repensar por completo los sistemas educativos,” hasta “crear nuevas redes de protección social y repensar el concepto mismo de trabajo”. A esto se agrega la necesidad de “establecer el orden en el espacio sin ley en que se ha convertido el ciberespacio”, encarando la fragmentación digital mediante “la cooperación a escala mundial.”
Finalmente, el proceso de globalización genera dudas que se derivan de la persistente combinación de crecimiento económico incierto con inequidad social persistente, y de la incapacidad de los Estados y las organizaciones interestatales para encarar esos problemas. Así, aun con los avances alcanzados en el desarrollo de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, “500 millones de personas seguirán viviendo en la pobreza extrema para el 2030” y – de persistir las condiciones actuales- “lograr la igualdad de la mujer en el terreno económico llevará 250 años.” Por lo mismo, dijo, es necesario “construir una globalización justa,” que modere los males del mundo de ayer para facilitar la transición al de mañana.
En todos estos casos, la ONU ofrece una plataforma que permite a “gobiernos, empresas, sociedad civil y otros” unirse para para desarrollar “nuevos estándares y protocolos, definir líneas rojas y establecer reglas flexibles”. En todos ellos, también – como en cada uno de los componentes de la Estrategia 2018-2028 de la Ciudad -, existe la oportunidad para innovaciones de orden tecnológico, económico, político y social, que contribuyan al paso a una fase superior y más amplia de la espiral de que hace parte nuestro desarrollo. Estamos en el mundo y cambiamos con él: de cada uno depende que sea para bien de todos.
Ciudad del Saber, Panamá, 28 de febrero de 2020
Dr. Guillermo Castro, Asesor Ejecutivo de la Fundación Ciudad del Saber
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“Guterres: guerra, cambio climático, desconfianza en globalización y tecnología nos amenazan”
http://www.ipsnoticias.net/2020/01/guterres-guerra-cambio-climatico-desconfianza-globalizacion-tecnologia-nos-amenazan/