
El saber de la Ciudad: Cambios en curso, ¿hacia dónde llevarlos?
FundaciónUn Informe reciente del Foro Económico Mundial da cuenta de 17 cambios tecnológicos en curso, cuyo efecto se hará sentir de aquí al 2025. Esos cambios se relacionan sobre todo con lo que el Informe llama “la rapidez y el poder transformador con que las tecnologías innovadoras de hoy están siendo aplicadas a la solución de los mayores y más complejos problemas contemporáneos”.
De entre esos problemas, el informe destaca la alimentación de una población global que sigue aumentando; mejorar el acceso a una atención de salud de buena calidad y, en particular “reducir significativamente las emisiones de carbón para detener los efectos negativos del cambio climático.” Al respecto, agrega que, si bien la pandemia del COVID-19 nos ha dado una dura lección sobre lo susceptible que es nuestro mundo al desorden humano y económico, también ha demandado “-quizás por primera vez en la historia- colaboración global, transparencia en la información y rapidez en los más altos niveles de gobierno para minimizar una amenaza inmediata a la vida humana”.
En lo fundamental, el Informe se concentra en la capacidad de la tecnología 5G, y de la computación cuántica, para mejorar la economía global, la calidad de vida, las redes de distribución de mercancías y la atención al cambio climático. Al respecto dice, por ejemplo, que esa tecnología mejorará la fiabilidad de las redes, y facilitará la oferta de “servicios de alta capacidad como la salud a distancia, la telecirugía y la atención de urgencias médicas.” En lo que hace a los negocios, estimulará el desarrollo de fábricas inteligentes, la supervisión en tiempo real, y la automatización de servicios al cliente, todo lo cual creará “mercados que apenas podemos imaginar, y otros que no podemos imaginar, lo cual permitirá a las próximas generaciones mercados florecientes y causas prósperas”.
Una aproximación a esos servicios va desde la oferta de medios de computación cuántica capaces de simular reacciones químicas complejas para el desarrollo de medicamentos en menos tiempos y a menor costo, hasta hacer cada vez más rápida, compleja y rica la comunicación entre personas. A esto se añade la capacidad de hacer cada vez más eficiente la coordinación entre las personas y sus medios de trabajo, y la de esos medios entre sí de modo que la construcción, por ejemplo, pueda ser encarada como un “secuencia sincronizada de procesos de manufactura”, creando formas más seguras, rápidas y de menor costo para construir casas, oficinas, fábricas y otras estructuras que demanda el desarrollo urbano.
En lo relativo a los problemas ambientales, el Informe se concentra sobre todo en aquellos relacionados con la reducción de las emisiones de carbono que contribuyen al cambio climático, y la captura “a escala de Giga toneladas” de esos gases ya presentes en la atmósfera. Al respecto, señala que las nuevas tecnologías facilitarán “una transformación energética de largo alcance” que, a través de la formación de una industria de gestión de las emisiones masivas de carbono, dará paso a “una ola de innovación comparable con las revoluciones industriales y digitales del pasado”.
Hacia el 2025, el despliegue de nuevas tecnologías para el intercambio y el procesamiento masivo de datos proporcionará a la innovación global “un nuevo ecosistema en el que los problemas podrán ser encarados de manera colectiva, y permitirá que el despliegue de la innovación pueda ser escalado con rapidez”. Todo ello “llevará a diseños más ligeros, menores costos de operación y, finalmente, a la oferta de energía limpia y accesible para todos”.
Este panorama puede y debe ser un estímulo para la Ciudad, que no solo ha sido una entidad pionera en el fomento de la innovación y el emprendimiento en Panamá, sino que además se ha hecho el propósito de convertirse en una comunidad capaz de vincular el cambio tecnológico al cultural, y ambos a la transformación social. Esto tiene especial importancia hoy en día, cuando la pandemia de COVID-19 ha puesto en evidencia que el crecimiento económico que hemos conocido ha tenido un elevado costo social, y limita ya el desarrollo integral del país.
El cambio tecnológico ha sido y seguirá siendo un elemento central en el desarrollo humano, en lo que va del control del fuego hace más de cien mil años a los cambios en los procesos de producción de que nos habla hoy el Foro Económico Mundial. Aun así, no corresponde al Foro darnos las respuestas a nuestras propias preguntas, sino ayudarnos a formularlas.
En esta ocasión, esa ayuda consiste en recordarnos que ya existen los medios para plantear la visión de un futuro próspero, equitativo, sostenible y democrático. A la Ciudad le corresponde trabajar con su sociedad en crear las condiciones sociales que permitan aprovechar para sus propios fines los medios que permitan aprovechar en el trópico americano lo que se avizora desde los Alpes, en la Europa tan distante y a un tiempo tan cercana a nosotros en la sociedad global que compartimos.
Ciudad del Saber, Panamá, 24 de julio de 2020
Dr. Guillermo Castro, Asesor Ejecutivo de la Fundación Ciudad del Saber