
Centros Regionales del WFP en Panamá, orgullosos del Nobel de la Paz
Cooperación y solidaridadEn un mundo de consumo excesivo y aparente abundancia, 690 millones de personas se acuestan todas las noches sin estar seguros de lo que comerán al día siguiente. La inseguridad alimentaria ya era un tema prioritario en la agenda global de desarrollo, como se ve reflejado en el Objetivo de Desarrollo Sostenible N°2: Hambre Cero. Sin embargo, la actual emergencia sanitaria ha acentuado esta realidad: según el Programa Mundial de Alimentos (WFP por sus siglas en inglés), América Latina y el Caribe verá un aumento del 269% en el número de personas en situación de inseguridad alimentaria grave durante los próximos meses. Las expectativas a medio plazo tampoco son alentadoras: según la Organización de las Naciones Unidas (2020), el imparable crecimiento de habitantes en el planeta, que previsiblemente alcanzará los 9,700 millones de personas para el año 2050, afectará directamente en la producción y distribución de alimentos.
Con el fin de mitigar este fenómeno, se establece el WFP, la agencia humanitaria más grande del mundo y del sistema de las Naciones Unidas, que proporciona asistencia alimentaria a millones de personas en todo el mundo, a menudo en condiciones extremadamente peligrosas y de difícil acceso. Esta misión, le ha hecho merecedora del Premio Nobel de La Paz 2020, galardón otorgado por el Comité del Premio Nobel que se entrega virtualmente este mes de diciembre, destacando sus esfuerzos en la lucha contra el hambre, además de su contribución a la mejora de las condiciones de paz en las zonas afectadas por conflictos.
De esta manera, el WFP se une a otras agencias que han sido laureadas con el galardón como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), entre otras.

Panamá, sede regional del WFP para América Latina
La Oficina Regional de Panamá del WFP tiene su sede en Ciudad del Saber desde donde se coordinan operaciones en 11 países de América Latina y el Caribe. También se encuentra en Panamá del Depósito de Respuesta Humanitaria de las Naciones Unidas para la región (UNHRD por su siglas en inglés) gestionado por esta agencia. “Para el país es un orgullo ser sede de una de las oficinas regionales y centros logísticos del WFP ya que tienen un rol vital para dar soporte a los afectados por los conflictos, a las personas que sufren a causa de las catástrofes” comenta Alexia Doherty, panameña que lleva más de 12 años trabajando en la organización coordinando y dando apoyo en la gestión de presupuestos de las agencias del WFP en la región.
Destaca que la experiencia de trabajar en una agencia humanitaria transforma la vida de quienes ponen sus conocimientos al servicio de las personas. “En las más pequeñas cotidianidades, se engrandece el propósito que une a quienes hacen parte de la organización: recuerdo cuando me invitaron a una entrega de alimentos y me llegó mucho al corazón cuando los beneficiarios vinieron y me tomaban de la mano, me abrazaban agradeciendo. Ahí es donde tú ves como tu día a día impacta a las personas…Siento que ser parte de esto es algo increíble, no puedo explicar el orgullo que es estar dentro de esta organización” destaca. Doherty nos explica que desde las oficinas centrales del campus se coordinan tanto las operaciones especiales en emergencias como múltiples programas que permiten desarrollar capacidades en las comunidades que les ayudan a alcanzar la seguridad alimentaria y de nutrición.
Desde el Depósito de Respuesta Humanitaria de las Naciones Unidas en Panamá (UNHRD), conversamos con la panameña Jennie Lum quien destaca que este es un centro logístico que apoya en la distribución de ayuda humanitaria a las diferentes partes del mundo, especialmente a la región. “Los depósitos están ubicados estratégicamente en seis países del mundo, uno de ellos el nuestro. Desde aquí se adquieren, gestionan y transportan suministros de emergencia para las comunidades”, apunta. El depósito ofrece almacenamiento, adquisición, transporte, manipulación y experiencia técnica en el campo, gratuitos y nace para responder en 24-48 horas a emergencias humanitarias.
“Cada vez que hay una emergencia somos una de las primeras unidades que nos activamos. Hemos proporcionado vuelos humanitarios con carga y pasajeros. Como además del WFP tenemos otros partners, salen diferentes tipos de insumos, no solo alimentos ” cuenta Lum. Durante el año 2020, este operador ha logrado despachar 55,614 metros cúbicos de insumos y desde agosto, gracias a sus vuelos humanitarios, 234 personas han retornado a su país de origen. “Dentro de red tenemos artículos de socorro, equipo logístico, de refugio, alimentos listos para usar, galletas de alto contenido energético, también manejamos provisiones militares de comida deshidratada y otros insumos para el COVID-19 como elementos de protección y medicina. No hemos parado de trabajar e incluso construimos nuevas bodegas. Por eso, recibir el premio Nobel fue un sentimiento de total orgullo colectivo porque nos hemos esforzado en cumplir con nuestro rol. Todos nos sentimos parte de este reconocimiento y eso es emocionante” asegura Lum.







Trabajos con un propósito elevado
Ser parte del WFP y recibir este reconocimiento, alienta a quienes hacen parte de la agencia, a seguir trabajando día a día para responder con celeridad a las contingencias que ponen en riesgo la seguridad alimentaria de los territorios. “Saber que estás ayudando a los más necesitados de inmediato… que puedes accionar rápido y que lo que estás haciendo es necesario, es gratificante” agrega Lum, quien además cuenta que han trabajado en atender los recientes huracanes que afectaron Honduras. Nicaragua, El Salvador y en Panamá. “Tenemos bodegas móviles que despachamos con insumos y apoyamos para atender estas emergencias” agrega.
Para Doherty, este galardón tiene que ver con todos los que hacen parte de la agencia: “Es bonito celebrar el reconocimiento, porque no es solo nuestro; es un reconocimiento a los gobiernos, socios, ONG, aliados y donantes. Es el trabajo conjunto de todos, lo que nos hace posible existir y ayudar”. La agencia trabaja codo a codo con los gobiernos, las organizaciones y socios del sector privado, es por esto que se destaca el esfuerzo colectivo: “cada labor que hace cada uno de nosotros es extremadamente importante porque es lo que enlaza ese objetivo de no dejar a nadie atrás. Desde el área de presupuesto informamos al mundo la inversión que se necesita para alcanzar nuestro propósito y esto es clave” concluye.
El WFP, como una de las agencias más robustas en repuesta humanitaria, está llamada a aprovechar su presencia y experiencia operacional para seguir contribuyendo a reducir y prevenir el hambre en el mundo. Es por esto que en su Plan de Gestión para 2020-2022, define una nueva ruta que busca abordar las crecientes crisis humanitarias, cada vez más complejas, prolongadas y costosas; a fin de alcanzar un modelo preventivo y trasversal a los Objetivos de Desarrollo Sostenible del milenio. El rol de Panamá y, los cientos de panameños que trabajan en la organización es clave para cumplir este propósito. ¡Enhorabuena a todos!





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