
Ayudinga: resiliencia y pasión en pro de una educación de calidad para todos los jóvenes
FormaciónCuando Johel Batista cursaba el colegio, estaba convencido de que tenía que existir una manera alternativa de aprender ciertas materias como física, la química, biología y matemáticas, las cuales tanto él como sus compañeros, sentían desconectadas de la realidad, difíciles de entender, poco prácticas y sin aplicación directa. Acto seguido, se propuso a hacer esta idea una realidad.
Batista, el panameño de 24 años creador de Ayudinga, admite que siempre fue un joven inquisitivo, fascinado por el conocimiento y por entender el por qué de las cosas. Recuerda que, siempre que podía, asistía a conferencias y charlas sobre temas varios que se daban en Ciudad del Saber y escuchaba los eventos hasta que sus padres podían ir por él hacia el final de la jornada. En retrospectiva, Johel reconoce que Ciudad del Saber siempre fue un lugar emocionante para él, una comunidad innovadora donde sucedían múltiples eventos que generaban, compartían y difundían conocimiento y sobre todo, un espacio donde él podía ver que el cambio positivo es posible. Si bien Batista no podía prever lo que pasaría poco tiempo después —que crearía y construiría la Fundación Ayudinga, la plataforma educativa de contenidos virtuales más popular de Centroamérica, junto con un equipo de jóvenes, como él, apasionados por cambiar vidas a través de la educación— siempre supo que Ciudad del Saber era un espacio donde él que quería estar.
Mucho se ha publicado y escrito sobre la historia de Ayudinga. Los medios locales han documentado extensivamente el recorrido inspirador de este joven emprendedor y su proyecto que rompe paradigmas. El impacto positivo de Ayudinga ha sido reconocido en dos años diferentes en la iniciativa Héroes por Panamá y por otros múltiples actores de la sociedad. Sin embargo, tal y como explica su fundador, la historia de Ayudinga se sigue escribiendo y continúa evolucionando, fiel a su propósito de «cambiar el mundo a través de educación de calidad, libre, gratuita, inclusiva y humana”.
Hoy en día, más de 90 millones de jóvenes de toda la región consultan Ayudinga buscando otra manera de entender estas materias científicas, con metodologías más modernas, un lenguaje más amable, y sobre todo, aprender vía un método distinto, fácil, didáctico y entretenido, gracias al cual pueden resolver sus inquietudes y dudas de manera gratuita.
Ayudinga es hoy una fundación educativa sin fines de lucro de proyección y alcance regional que día a día cambia la vida de miles de estudiantes: tiene más de 2,431 videos totalmente gratuitos en la plataforma y más de cien mil suscriptores en YouTube. En adición, de acuerdo con su fundador, de la totalidad de las visitas que recibe su plataforma multimedia, el 13,9% proviene de Panamá, el resto proviene de diferentes países de la región, lo cual coincide con la meta que explicó Batista de «crear contenido educativo con calidad de exportación, desde Panamá, en Ciudad del Saber, para toda región”.
No obstante, tal vez muchos no sepan de los obstáculos que ha enfrentado Ayudinga en el camino o de cómo pasaron de grabar videos unipersonales en casa, a operar un pequeño estudio de producción de contenidos del más alto nivel desde Ciudad del Saber, gracias al tiempo y talento de un equipo de treinta personas y al apoyo de organizaciones del sector privado. Más aún, pocos conocen la resiliencia y tenacidad que estos mismos retos han forjado en los miembros de Ayudinga: lejos de atenuar el ímpetu y las ganas de transformar más vidas, la convicción de que la educación es fundamental para ayudar a los jóvenes de nuestra región a salir adelante solo se ha fortalecido con el tiempo y las vicisitudes.
Para Alejandro Carbonell, Director de Innovación de la Fundación Ciudad del Saber, Johel y el equipo detrás de Ayudinga son un ejemplo de tenacidad, valentía y resiliencia. Alejandro ha sido testigo de la evolución de Ayudinga y opina que para Ciudad del Saber es un privilegio respaldar a organizaciones como esta fundación educativa.
El Director de Innovación recuerda, por ejemplo, que en 2016, la Fundación Ayudinga resultó ganadora en el UberPITCH, un proyecto colaborativo organizado por UBER y Ciudad del Saber que fomenta la innovación dentro de las comunidades locales de startups para darle a emprendedores los recursos necesarios para acelerar el crecimiento de sus ideas. Carbonell destaca que la presencia de Ayudinga en la comunidad de emprendedores de Ciudad del Saber potencia y aporta al ecosistema de emprendimiento y viceversa.
David Aguilar, Gerente de Negocios de la Fundación Ciudad del Saber, por su parte, coincide y añade que Johel y su equipo han demostrado, además, particular perspicacia al entender y “seguir entendiendo muchos de los retos y problemáticas en la región, sabiendo crear metodologías y sistemas propios para encarar esos desafíos y solventar esos problemas” (…) En ese sentido, la labor de Ayudinga es una auténtica lección en cómo no basta con identificar y analizar un reto para lograr el cambio social, sino que debemos actuar; en otras palabras, hacer lo que uno predica.
Aguilar destaca cómo Ayudinga se ha convertido en mucho más que una plataforma de contenido educativo para ser «una plataforma de conocimiento que conecta personas y propósitos comunes a través de un engranaje que se ensamblado paulatinamente para lograr un resultado sumamente potente”, esta es solo una de las razones por las cuales en Ciudad del Saber continuamos apoyando a Ayudinga, especialmente en los momentos difíciles.
El fundador de Ayudinga opina que Ciudad de Saber ha sido un lugar clave para relacionarse y generar comunidad: “este es un lugar interesante e increíble”, explica. “La persona que puede estar a tu lado en La Plaza o en el Parque de los Lagos, puede bien ser un científico muy reconocido o tu próximo socio. Aquí nadie se cree más que nadie, todos queremos aportar y ver al otro crecer. Cada uno quiere cambiar el mundo de forma positiva a su manera, pero nos une esa base; en esta comunidad, nos vamos retroalimentando y creciendo”. Desde hace 5 años, Ciudad del Saber es la casa de Ayudinga y «no pensaría estar en otro lado: aquí es donde puedes conceptualizar tu idea y hacerla crecer”, agregó.

Ayudinga en tiempos de COVID: “la educación no para”.
Si hay algo que Johel y el equipo tuvieron claro desde el principio, sobre todo de cara a los enormes retos que suma la pandemia de la COVID-19 al sistema educativo, es que “la educación no [debe ni puede] parar”.
Cuando inició la pandemia, Ayudinga fue uno de los que pudieron brindar servicios de primera respuesta ante la emergencia educativa debido a que ya tenían un plan desarrollado. Para Johel, se trataba de algo obvio: se sabe que si el suministro eléctrico se pierde en, por ejemplo, un hospital, no es negociable no tener un plan B, explica el fundador de Ayudinga. «Los procesos educativos son tan complejos, que no pueden parar ni un solo instante. Si hay algo que debe parar ante una emergencia de cualquier índole, no puede ser la educación: tenemos que tener un plan de contingencia para garantizar un sistema alterno B que suplante al sistema anterior”.
Las adversidades son parte de la vida y Ayudinga no está ajena a ellas, sin embargo, han puesto todo de su parte para seguir ayudando a los jóvenes en su tarea de aprender. Esto se facilitó ya que, según explica Batista, “ya teníamos un equipo de voluntarios previamente preparado, y habíamos desarrollado curricula de todo lo que íbamos a dar durante el año en Panamá y la región”.
En ese sentido, Johel añade que la cotidianidad de Ayudinga se ha adaptado a la crisis sanitaria: trabajan en equipos rotativos para no saturar la oficina, la gran mayoría en “tele-voluntariado» y cada jornada inicia con medidas de bioseguridad. A pesar de la pandemia, la producción de contenido educativo se mantuvo. En 2020, Ayudinga produjo 707 horas de clases virtuales y más de 8.9 millones de estudiantes se beneficiaron de sus contenidos.
Joel cree que lo más importante de todo esto es lo que significa para los jóvenes poder tener acceso ininterrumpido a la educación. “Ante la pérdida de la esperanza, con todas las situaciones sucediendo en materia educativa, localmente y a nivel mundial, siento que le dimos una pequeña luz de esperanza a los muchachos. Les recordamos que la educación no para, que aprender puede ser divertido. Era como si les dijéramos: no olvides que con ella eres capaz de crecer, de superarte. No dejes que una pandemia te ahogue tus sueños, aspiraciones y metas, todo esto se consigue a través de la educación”, explicó.
Adicionalmente, el equipo de Ayudinga habilitó una línea de WhatsApp atendida parcialmente por inteligencia artificial y parcialmente por seres humanos, que responde a todas las inquietudes y dudas de los estudiantes, orientándolos. Batista dice que la herramienta es, en realidad, un “facilitador y gestor de aprendizaje. No te da la respuesta, pero te guía sobre cómo llegar a ella. Es como una Alexa, pero de las matemáticas y de las ciencias», añade con una sonrisa.
Cuando le preguntamos qué podemos esperar de Ayudinga próximamente, Johel admite que cree que esta fundación educativa nunca terminará su trabajo: “siempre estamos mutando, evolucionando y adaptándonos al mercado y a los estudiantes. Y lo hacemos porque ellos se lo merecen. El bolsillo no debe determinar la calidad educativa que recibes. Para nosotros es clave garantizar la inclusividad de la educación en estos momentos”.
En el corto plazo, Ayudinga prevé crear contenidos para redes como Twitter y mutar a nuevas plataformas: “nuestra idea es reforzar que la ciencia como tal, no solo las matemáticas, puede ser divertida e interesante y puede ser la cosa más “cool” del mundo”, puntualiza.-



Fotos: Cortesía de Ayudinga
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